Los profesores de Humanidades en general, y de Latín y Griego en particular, hemos de estar justificando cada cierto tiempo nuestra presencia en el sistema educativo: perdonad que existamos, disculpad que no sirvamos para gran cosa. A veces nos sentimos como Sísifo... Se me ocurre que las Humanidades se dedican al estudio y transmisión de todo aquello que nos hace humanos, que nos diferencia del resto de los seres que existen. ¿No es ésta suficiente razón? ¿Acaso no es imprescindible conocerlas para conocernos? Homo sum, humani nihil a me alienum puto (Terencio, Heauton Timorúmenos I, 1, 25).
Estamos un poco cansados de explicar que nuestras materias tienen valor; pueden aducirse muchas razones por las que es necesario que el Latín, el Griego y la Cultura Clásica se ofrezcan y se impartan en la escuela. ¿Quizá no interesa? ¿Son peligrosas? ¿Suponen una amenaza? Cui prodest?
Óscar Martínez es profesor de Griego en el IES Julio Caro Baroja de Fuenlabrada (Madrid). Acaba de publicar este artículo en el que ofrece, de nuevo, razones que fundamentan la importancia del mundo clásico para explicar el mundo actual.
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